domingo, 18 de mayo de 2008

Se ve que no

Me mandaron a lo de un amigo de la familia, al que le decíamos “tío Cacho”. Con el tiempo fue Cacho o Cachito, a secas. Tengo la imagen de un frente con piedritas puntiagudas y una fila de árboles en toda la cuadra. Creo que era en Caseros, pero no estoy muy segura. La mamá de Cachito y la hermana estaban en la puerta cuando llegamos. Me quedé ahí dos días, jugué y me dieron mucho de comer. Son dos cosas que todavía hoy me gustan. Una mañana vino Cachito y me llevó de vuelta a casa en su Fiat 1100. Mamá estaba sentada en el comedor.
-Tu papá se murió.
-¿Y dónde está?
-En el cielo. Podés rezarle.
Arriba de mi cama tenía un angelito de yeso pintado de varios colores; no era una figura entera sino una cara, unas alas que le asomaban a cada costado y una argolla dorada flotando sobre la cabeza. Fui a saludarlo y volví rápido con mamá.
-¿Puedo ir a jugar?
Me dijo que sí. Unos meses después cumplí cuatro años.

Después de muchos años entendí qué había pasado. Una vez mi terapeuta dijo que era como un agujero que no iba a llenarse nunca. Yo me miré la panza, porque sentí que lo tenía ahí, y me pareció muy lógico.
Ayer a la noche fui a lo de mi hermana a ver una peli. A lo diez minutos de empezar, a la protagonista se le moría el marido. Las dos nos largamos a llorar como si nos hubiera pasado a nosotras. Y seguimos así hasta el the end, agotando el paquete de servilletas Sussex. Al principio, nuestra amiga, que estaba sentada entre las dos, nos daba palmaditas a una y a otra. Pero después se cansó. Cuando prendimos las luces, dije: “Es muy mala”, y me fui al baño a buscar papel higiénico. Mi hermana, que es más conciliadora, se ocupó de explicar: “Se ve que no pudimos superarlo”. Hoy me llamó para preguntarme cómo estaba. Me contó que ella también se había quedado pensando.

10 comentarios:

Paula Cautiva dijo...

Creo que escribir exorciza, y ayuda a superar los duelos. Y llorar con las películas es lo más de lo más.

Anónimo dijo...

me dejaste con un nudito rana.
besos, lady

Anónimo dijo...

ahora como sos. dijiste que el sbado tenian cumples. otra veshisiste la gran rana?
si no te retaba me quedaba con el nudito.
besos, lady

ann dijo...

los padres que no están dejan un vacío enorme ,es cierto, lo se, escribir no sana pero ayuda.
Un abrao

Anónimo dijo...

Un agujero sí, imposible de llenar o tapar y un día de golpe soy grande, soy independiente y todo eso pero alguien me toca la frente para ver si tengo fiebre y automáticamente lloro y lloro como una loca y me doy cuenta de que tocaron el agujero.

Siesta escandalosa dijo...

Llorar por las pelis está bueno porque es retroactivo, Pau. Igual, a no ser que sea una de Pixar, me cuesta.

Nada de la gran rana. Fue así, Ladyta: el cumpleañero 1 no llamó y cumpleañera 2 festeja en dos tandas. Yo me anoté en la del sábado que viene.

Sí, Ann. Para los padres también corre eso del nido vacío.

Qué buen nick compotadeesperas. Coincido. Encima, lo explicaste de lo más poético.

ann dijo...

no quiero imaginarme el nido vacío, no puedo.

EmmaPeel dijo...

Yo soy del bando de mariana "la llorona" de melo , hasta con las de pixar te moqueo. Gran catarsis pero jodida en algún punto (ni le cuento cuando en alguna época de abolladuras varias me iba al cine con la caja de kleenex y la apoyaba en la falda)
besos

Paula Cautiva dijo...

Me muerooooooo!!!!!!!!! La caja de kleenex en el cine!!!! Nunca se me hubiera ocurrido, yo voy con un par de paquetitos de esos para cartera.
Al final resultamos todas unas mariconas lloronas mirá. Mucha independencia, mucho blahblah, pero en el fondo no somos otra cosa que unas nenas sensibles.

Y a mucha honra.

Siesta escandalosa dijo...

Amén.