jueves, 22 de mayo de 2008

De a dos

Una vez tuve un novio esquizofrénico. No es tan grave como parece. Tenía el pelo enrulado y soñaba con ser actor. Yo le decía “el Peluche”. Lo había visto en fotos, en casa de unos amigos, y me gustó su aire medio a lo Dylan, o algo así. Además, estuvo eso del “ni se te ocurra” cuando pedí que me lo presentaran. Ahí me enteré que había estado internado. Un sábado hubo una fiesta, nos fuimos juntos y el lunes me llamó a las ocho de la mañana para que nos veamos esa misma noche. A la semana éramos novios.
El Peluche no parecía mucho más loco que cualquiera de los otros con los que yo había estado. Se despertaba temprano, iba a la cocina y volvía a la cama con el mate preparado, que se tomaba solito. Una pava entera, sentado como un Buda, bamboleándose un poquito de adelante hacia atrás, mientras escuchaba la radio. Al principio me parecía gracioso. Después le pedí que usara auriculares y que tratara de quedarse quietito, así yo podía seguir durmiendo.
Los fines de semana alquilábamos cinco o seis videos y hacíamos maratón. Tenía gustos raros: quiso ver tres veces seguidas “Los puentes de Madison”. No me acuerdo mucho sobre lo que charlábamos; capaz que sólo me escuchaba, porque en aquella época yo hablaba mucho. En cierta forma, él era alegre. Se reía cuando me explicó de la madrugada en que había corrido desnudo por el medio de la 9 de Julio: “Me dieron muchas ganas”. Todo lo que me contó del hospital, que no fue mucho, me lo olvidé.
Insistió para presentarme a su familia. El padre era bastante callado. La madre usaba anteojos grandes y me miró raro durante toda la comida. Debo haber elogiado las berenjenas en escabeche porque a partir de esa noche, cada dos por tres el Peluche aparecía con un frasco que ella me mandaba. Yo les agregaba ají molido, laurel, ajo y pimienta en grano, porque le salían un poco sosas. Una vez se me fue la mano y terminé deshidratada de tanto vomitar. Estuve un día internada. De la clínica me fui directo al Easy y compré una cajonera, que el Peluche me ayudó a pintar. Quedó un poco desprolija.
Un día conté en terapia que sí me daba un poquito de miedo, pero sólo cuando fumaba porro o tomaba mucho, porque sonreía y me miraba raro. El hermano ya me había dicho que no dejara que lo haga, que eso no era bueno, por la medicación. Parece que tenía razón. El terapeuta me habló mucho y esa misma noche llamé al Peluche. Lo dejé por teléfono. A los dos días me dejó las llaves con el encargado, las había envuelto en una de esas hojas canson que se usan para el colegio. Adentro escribió que esperaba que se me pase y que si algún día tenía un hijo, que lo llame Martín. A él le gustaba ese nombre.
Hace unos años lo encontré en un tren. El iba a un casting. Me preguntó si yo ya estaba mejor. Le mentí.

8 comentarios:

ann dijo...

me gusta mucho, mucho peluche .Uno tiende a pensar que si logra "rescatarlos" de eso que los hace ser diferentes va a quedar fijada en su memoria, y fijarse en la memoria de un caballero parece ser una tarea titánica.
que hace peluche actualmente?

EmmaPeel dijo...

Me gustó Peluche, me recordó a alguien a quien quiero mucho mucho mucho

Paula Cautiva dijo...

No sé chicas, yo no sé si me engancho con el Peluche... Nunca tuve vocación de Florence Nightingale.
Para loca de remate y medio ya estoy yo.

Anónimo dijo...

Es preguntar mucha intimidad sabar como era Peluche entre las sabanas?
Solo necesito una respuesta de dos:
"corria desnudo por ) de julio?"
o
"Se servia amte solo ponia su radio quedaba una hora asi?"

Che,posta que es un clasico correr en bolas por nueve de julio...no es la primera vez que lo escucho.
y me paso.un jefe que teniamos,estaba en medio del transito en 9 de julio e iba con su subordinado,de golpe abandono la nave y corrio y corrio por la 9 de julio
en un momento tiro el saco,la corbata,pero lo atajaron antes del desnudo total
cariños
a

Siesta escandalosa dijo...

Creo que vive con los padres en conurbano, Ann.

Desnudez y huidas por avenida son hit esquizoide, A. Creo que la del Peluche incluía una defecada contundente. Calamaro brother también me había contado algo así y capaz que se me confunden las historias.

cecisz dijo...

ay siesta! la defecada le aporta un toque escatológico cero poesía, que me arruina a nuestro héroe desnudo desafiando el tráfico!!!

Siesta escandalosa dijo...

No sé si era del Peluche, chicaenmini. El no tenía ese estilo, al contrario. Insisto: capaz que se me hizo cruce de anécdotas. Yo sólo me hago cargo de corrida denuda por 9 de julio, que es lo que él me contó.
Igual, como diría Carver: Sin heroísmos, por favor.

Anónimo dijo...

ves rana que tenes gustos raros para novios? por eso te aburris cuando queremos presentarte a alguien normal. igual, yo tambien quiero saber lo del A.
besos, lady