martes, 13 de mayo de 2008

La del campo

Se llamaba Estela y vivía en Pilar. Creo que era la única de las seis hermanas de mamá que estaba enamorada del marido. Tanto, que ellas la llamaban “Estela la loca” y a él, “Roberto el hermoso”. Era una broma de los mayores. Yo la repetí una vez y ligué un bife.
Mi tía Estela era la menos habilidosa de esa tribu de hermanas que se destacaban por saber cocinar, coser y malgastar el dinero. Estela, en cambio, se enorgullecía de aprovechar retazos de lo que fuera, que transformaba en estofados y vestidos. Y se mostraba tan contenta, que nadie se animaba a decirle lo espantosos que eran. Una vuelta, hizo una pileta ella solita. Cuando fuimos a visitarla, nos recibió con su clásico: “Chiicaaas”. Ella siempre saludaba así. Hoy, cada vez que escucho un “chicas” me suena deslucido, sin ese entusiasmo larguero de tan atropellado. Ese mediodía nos llevó frente a algo así como una caja estirada, de cemento, pintada de celeste. Llamarla pileta era un insulto a las Pelopincho. Pero igual lo celebramos. Que yo me acuerde, sólo chapotearon ahí el perro y un conejo que casi muere ahogado.
Cuando yo era chica, Pilar era campo. Mi tía criaba gallinas y un chancho descomunal. También tenía un almacén, en la parte de adelante de la casa. Cuando mi primo Robertito (el único hijo de Estela y Roberto) dejó el secundario, lo pusieron a trabajar en el negocio. No sé si por resentimiento o astucia, cada vez que empaquetaba el azúcar colocaba 900 gramos en vez de 1 kilo.
En las vacaciones de invierno que pasamos con mi hermana en Pilar también estuvo unos días mi prima Cristina, que vivía en Mendoza. Una mañana, ella y Robertito desaparecieron. Nadie quiso decirnos dónde estaban; cuando preguntamos, nos mandaron juntar huevos, aunque ya sabíamos que eso se hacía a la tarde. Después llegaron unas tías, que se encerraron con Estela en la cocina. Ese día nos volvimos a Capital. Unos meses después nos enteramos de que Robertito y Cristina estaban viviendo juntos en Mendoza.
Al lado de la casa de mi tía Estela había un caserón abandonado. Contaban que lo estaba construyendo una pareja que pensaba ir a vivir ahí después de casarse. Parece que la novia se murió en la luna de miel y entonces el viudo se fue a Europa. Mi hermana y yo íbamos a jugar ahí y nos asustábamos una a la otra diciendo que acabábamos de ver al fantasma de la novia. Que tenía el velo roto y sucio de barro. Mi tía Estela nos tenía prohibido ir al caserón. Un feriado, mi tío hizo ahí un asado e invitó a un par de vecinos borrachines. No sé cómo fueron las cosas, pero todo salió en la quinta de Crónica. Le pegó un tiro en la pierna a un chico que se había metido a escondidas en el lugar. Eso fue lo que le escuché comentar a dos vecinas de Almagro. Ellas me mostraron el cuadradito en el diario donde estaba impreso el nombre de mi tío y su dirección. Mi mamá lo negó todo. Dijo que había mucha gente con ese apellido y que cualquiera se equivoca una calle. Pero mi tío Roberto no estaba cuando íbamos a Pilar y, al final, todo quedó como un gran sobreentendido.
Pasó algún tiempo hasta que un domingo, después de una semana de muchas llamadas telefónicas entre familiares, hubo un almuerzo en casa de mi tía la de Florida. Nos ordenaron no hacer preguntas ni comentarios. Cuando llegó, Estela quiso saludar pero sólo le salió la mitad del “chiicaaas”. El resto fue llanto. Alguien la abrazó. No fue tío Roberto, que estaba detrás de ella. El traía un bolso alargado en la mano. Lo abrió y le entregó a mi tío Leber (el dueño de casa) algo que parecía una escopeta. Después, nos sentamos a comer. Ese mediodía también se emborrachó, pero poquito.
Al otro año, mi primo Robertito volvió a Pilar. Ya no nos dejaban estar con él a la hora de la siesta, cuando empaquetaba el azúcar. Finalmente, el almacén se incendió.

Mi tía Estela y mi tío Roberto se murieron. No fui al velatorio de ninguno de los dos. Peor: me enteré mucho tiempo después. Es que cada uno quiere a su manera. Yo los escribo.

7 comentarios:

Paula Cautiva dijo...

Tus historias familiares son lo más. Pero más más es cómo las escribís.

Anónimo dijo...

si rana tiene razon cautiva. son lo mas. y las contas tan lindo. son resiniestras pero tambien cuentitos. como vos. chiiiiisteeeeeee
renuncio a ser bloggera rana. yo te veo comentando y no se como hases para seguir el ritmo. yo quede turulata-. pero del tuyo soy refan.
segui contando de tu familia porfi rana.
besos, lady

ann dijo...

me encantan las historias, pero me gusta mucho más la magia que hay detrás de cada historia que parece ficción y al parecer no lo es, son hermosas, conmovedoras pero alegres a la ve.
es la capacidad de poder ver la poesía en lo cotidiano, una artista.

Soy peregrinaperla dijo...

Impecable, Clau. Tus tías/os me caen muy bien.

EmmaPeel dijo...

Cómo me gustó este texto, siesta!

Y estará en la cadena de adn barrial la casa a mediohacer con la historia de la novia muerta? no hay barrio que se precie de tal que no tenga una

Siesta escandalosa dijo...

Gracias, Paula! Me gusta escribir de mi familia. Es como darme un paseito por adentro de mí.

Nunca fan, Ladyta: eso sí que no. Y no renunciés a nada. Cada vez que me cruzo con un comentario tuyo largo una carcajada. No me privés de eso, nena.

Y a mí me conmueven las tuyas, Ann.

Clau: pedile a Ladyta que no nos abandone. ¿Qué vamos a hacer sin sus "me explican" o su "la flojita=la del gatito"?

La última vez que estuve en lo de mi tía Estela, Emma, vi a la casona terminada. La había comprado un matrimonio de recién casados: posta. La llamaron "Los zuecos" y colgaron del cartelito de entrada un par de esos zapatos. Espero que le queden bien a la antigua dueña.

a dijo...

hola
alta historia
recuerdo el pilar campo
los caminos de tierra
e ir a comer al pueblo,cada mil ,al gran restoran:los toldos
esos tiempos de campo,si bien yo habia tenido temblor ya,fueron buenos,despues llego la bebida,la ida y la no venida
estaba pensando que:tenia una historia familiar larga en la cabeza,para contar...onda que tenia mil diarios,que los destrui y eran una verga,ahora estoy como licuando miles de huevadas aca y pense el dia que despeje...que este en mi cuartito,con mis libros ,mis cds y mis..mis.pense que me iba a brotar histora familiar...pero la verdad,me libere,cada dia,a medida que formo mas la mia,mas me libero..y no se que sera lo mio,pero sin duda sera viejo estilo siniestro...
me copo tu historia
cariños
a