viernes, 9 de mayo de 2008

La memoria de los gatos (Termina acá)

Al otro día, mi ex marido llamó más temprano que las otras veces. Apenas sonó el teléfono supe que era él. Esa vez le pregunté yo por su matrimonio.
-Pasaron cosas horribles, Vainilla.
-Siempre pasan. Por buenas intenciones que haya, en algún momento…
-No entendés. Esa mujer se ocupó de destruirme. Me hizo desgraciado de todas las formas posibles.
No hubiera sido tan difícil adivinar el porqué. En ese momento el gato salió de su escondite, debajo del sofá, y se acercó con titubeos hacia el plato con comida que le habíamos puesto al costado del sillón. Se lo arrimé con un pie y ese movimiento pareció asustarlo porque volvió a su refugio. Mi ex marido seguía hablando. Dijo algo de un monstruo y también de un simulacro. Me gustó cómo sonaba la palabra “simulacro”, tenía la fuerza de una acusación. A lo mejor, Funes sólo estaba jugando.
-Algunas personas no se dan cuenta de que están un poco locas.
-No entiendo a qué te referís.
- Están medio trastornados pero no se enteran. Y hacen cosas malas sin saberlo.
-Te aseguro que no era nuestro caso. Ella entendía muy bien lo que estaba haciendo.
-Quién sabe. ¿Sabés? Mi vecina de abajo guarda basura de la calle en su departamento y todo el edificio huele mal.
-¿De qué estamos hablando?
-De que no siempre hay culpables. Ella dice que la junta para que no quede tirada por ahí. Y que en su casa hace lo que quiere.
-Decime la verdad, Vainilla: ¿sos vos la de la basura?
-No. ¿Por qué pensás algo así?
-Igual, aunque fueran cadáveres, no me importaría. Te ayudaría a recogerlos. Vos y yo vamos a compartir todo.
-A ver si te queda claro: no soy yo, es mi vecina, la que vive en la planta baja. La usé como ejemplo.
El me respondió que, en algún sentido, todos guardábamos basura y hasta cadáveres. Tenía razón. Pensé si Agustín también escondería algo pero no pude imaginar qué. A él le gustaban mucho las explicaciones breves y lógicas. Hacía verdaderos esfuerzos para no impacientarse frente a mis respuestas, se mordía el labio inferior y estiraba el cuello para atrás y a los costados mientras yo intentaba contarle por qué estaba triste o malhumorada. Después, sintetizaba en una sola frase lo que había escuchado. La gente tan concreta no pierde mucho tiempo con el pasado.
-Parece que no hay muchas salidas, ¿no? Es triste. Ojalá no hubieras aparecido.
-Los dos sabíamos que esto iba a pasar. Siempre lo dijimos. ¿Te acordás, Vainilla?

7 comentarios:

Paula Cautiva dijo...

Los gatos tienen memoria. Los humanos pareciera que no... Qué manía tienen algunos de volver para atrás y querer remendar el pasado con tristes retazos. Un ex mío, mi primer novio, tenía esa mala costumbre.
Como siempre, lo suyo sublime.

Anónimo dijo...

hay vaninilla, como decirte, como explicarte que la vida que conocemos es una y es esta!
eso si todo minuto todas sus horas, dias y años tienen sus riesgos. el que no arriesga no gana. el que no mama no bebe, algo asi era no?
pues que decirte, jugar con fuego tiene sus riesgos. pero si vale la pena pues juega un poquito, quizas no te quemas, o quizas si. la razon y el pensar siempre estuvo primero en tu cerebro, quizas a veces es lindo dejarse llevar por los cosquilleos y lo que el corazon tenga ganas. escuchaste a tu corazon? un cafe no es grave, quizas te sirva para darte cuenta que bueno fue todo eso y que bueno fue terminarlo... o no, quizas digas que bueno esta esto y quiero mas.
yo intentaria un cafe, hace bien a la autoestima, saber que una quedo en el corazon de otro por mas que los rumbos fueron diferentes.
pensalo vainillita, pensalo y antes de mojarte en leche chocolatada, tendras tiempo de reflexionar

ann dijo...

el que no mama no bebe y el que no bebe es un gil! (asi dice)
Yo creo que el egoísmo es un arma letal ...También creo que es difícil seguir a alguien que no entiende bien cual es el rumbo pero en el camino arrastra vainillas y demases...
Por otro lado se que tampoco sirve el vínculo con los que "no nos lastiman", suelen ser vacíos.
perdon, capa que me extralimité.
besos
hermoso leerte!!!

Anónimo dijo...

sos grosa rana eh. hasta te perdono que me quede triste.
siguiendo con la polemica: el que no llora no mama y el que nop mama es un gil.
besos, lady

ann dijo...

lo mejor es que sigue: dale, nomás, dale que va! que allá en el lodo os vamo a encontrar...

Siesta escandalosa dijo...

Lo entiendo a tu ex, paula: yo soy del tipo querendona, salvo cuando huyo (o me cascotean).

Me parece que estás hablándote a vos misma, anonimata.

Nunca te extralimitás, Ann. Los vínculos son complejos. Imaginate: uno y mambos + otro y mambos= Unos dos que tiene sus propios mambos.No deja de ser fascinante.

Es sólo un relato, Ladyta. Up, up, up.

Lyon dijo...

En serio terminó acá? Ojalá no hubieras aparecido? Vainilla y la p...que te p...Me quedé triste.
Nunca hay que volver al lugar donde uno fue feliz, es algo así la frase, no?