domingo, 20 de abril de 2008

¿Yo qué soy?

Una vez se lo pregunté a la terapeuta y ella se encogió de hombros. Hizo un gesto con la boca que interpreté como: “¿Quién lo sabe?”. Y ahí quedó: en lo desconocido y poco importante. Pero la verdad es que me inquieta bastante el asunto.
Tengo dos gatas; la primera llegó directo desde la terraza del portero hasta la mía. Todos los días saltaba el paredón y se instalaba en casa. A la mañana, antes de ir a trabajar, yo agarraba el paquetito de mugre y pulgas del cogote y se la devolvía al portero. En uno de esos días, él me contó que la había rescatado de la calle, donde unos chicos estaban pateándola como si fuera una pelota. El portero no se conmovía así nomás, pero justo se acordó de que su mujer había encontrado caca de rata en la terraza. Y así fue como la gata fue a parar al séptimo piso de Libertad 145. La tipa ganó por porfiada, un día me cansé del rito de las devoluciones y la llevé directo al veterinario. Mi (ex) marido insistió y terminamos quedándonos con ella. Aunque a mí no me caían muy bien los gatos, la verdad es que ésta era de lo más clichera: jugaba con un ovillo hasta desquiciarse con la trama de hilos y maullaba a los murciélagos y a los videos de MTV. Muy graciosa. Un sábado a la tarde se me dio por bañarla y creo que ese día se rompió mi idilio con ella. Cada una quedó espantada con la otra, sólo que yo estaba más arañada. Para el cumpleaños de mi (ex) marido, resolví el tema del regalo con una siamesa. Ya estábamos en crisis y pensé que una distracción ayudaría.
En la división de bienes me quedaron los gatos. Mi (ex) marido fue muy convincente a la hora de explicarme que él no iba a poder cuidarlos. Le costó desprender de ellos y, durante un tiempo, cada vez que yo me iba de viaje venía a mi casa a darles de comer. Me contó que les hablaba. No lo dudé.
Los gatos casi se quedan pelados por la separación y la mudanza. El veterinario dijo que tenían estrés y durante un tiempo traté de darles un polvo multivitamínico mezclado con la comida. Cuando ví que además de pelados se habían vuelto anoréxicos, desistí.
Pasaron quince años y acá estamos las tres. La callejera se volvió una holando argentina y la siamesa sigue igual. Las dos son demandantes de mimos, que casi nunca les hago. Hace más de una década que no pisan una veterinaria. Cuando a la mañana vienen a despertarme porque tienen hambre, las revolearía (y a veces lo hago. Depende). No las saludo cuando llego a casa (antes, sí). En general, me hinchan bastante. Una amiga me comentó que uno era igual a cómo trata a los animales. Me quedé preocupada y se lo pregunté a la psicóloga.

14 comentarios:

Paula Cautiva dijo...

Siesta: Aclare el concepto de la aseveración de su amiga...

Tuve un siamés, que era casi un perro en su comportamiento, pero a la vez muy gato. Lo amé con todo mi corazón. Se murió hace un año ya... A veces me agarran ganas de tener otro, pero desisto. Para algo no tengo hijos...

Siesta escandalosa dijo...

Concepto de amiga vendría a ser algo así que una es tal cuál trata a sus mascotas (mimosa, severa, indiferente, descuidada, etc)
Creo que rankeo en las dos últimas.
Los siameses son de lo más mezcla de mono y bebé, paula cautiva.

Paula Cautiva dijo...

Ah, mire usted... Por mi experiencia, y habiendo observado a otros individuos, le diría que no, nada que ver.
Pero hay creencias y creencias.

Anónimo dijo...

ni te hagas cargo de ese dicho de que una es igual a como trata a los animales porque entonces yo tendria que ser una yegua hija de mil putas.
Piedad para los que no amamos a las mascotas, me estoy sintiendo ultimamente discriminada por ellos.
Hay gente con capacidades especiales para amar a una mascota y gente que no las tiene y no por eso somos malas personas!!!!!! Piedad!!!

Paula Cautiva dijo...

Pero tal cual!!!!!!!!! Anónima tiene razón!!!!!
Ahora parece que las que no tenemos mascota, hijos o algo que dependa de nosotras no somos humanas, pero por favor!!!!!!!!

ann dijo...

de todas formas parece que la capacidad de amar a un animal es una ventaja y un privilegio, estoy segura de eso.
Y lamento entrar en una controversia.

Siesta escandalosa dijo...

Yo les tengo cariño, anonimata, pero a mi modo. Ahora mismo están las gatas jugando a un costado de la PC. Y juraría que son bichos felices. Sin demasiada franela, pero alegres y con la panza llena.
En tu caso, yo no toleraría ni un vaquita de San Antonio en paño lenci. Tu casa ya es muy... too much -como vos decís-.

Y qué tal venimos con las plantitas, Paula?

Me gustan las controversias humanas, Ann. Lo plano me torra.

Paula Cautiva dijo...

Siesta:
En casa hay jardín y parece una selva. No sé si es por mí, la onda de la casa o que son más resistentes de lo que parecen. Pero ya maté dos azaleas, un jazmín, un helecho, un rosal rococó, un jazmín chino y una planta de maracujá que yo había germinado. O sea, diplomada en hacer pelota seres vivos verdes.

Siesta escandalosa dijo...

No hay duda: lo tuyo son las fotos, Paula. O los tragos cortos.
Cómno hiciste para hacer germinar a maracujá?

ann dijo...

juaaaaaaaaaa!(perdón)
es que a mi se me mueren hasta los yuyos que resisten deshielos en alaska

Paula Cautiva dijo...

Instrucciones para hacer germinar una plantita (o varias) de fruto de la pasión (a.k.a. maracujá):
- Caminando por los bosques de Palermo tome un fruto naranja de las plantas que crecen en los alambrados del Golf.
- Llegue a su casa y ponga a secar al sol el fruto.
- Cuando seco, extraiga las semillas.
- Plántelas en maceta con abundate humus de lumbrí.
- Riegue y espere.
Con suerte le nacen las cosas esas.

Anónimo dijo...

otra vez le respondo a ann:
no esta mal que cada uno piense como peinse, el tema es no discriminar al otro por tener esas capacidades de poder amar un animal, me encantaria poder amarlos, yo veo como disfrutan las personas que lo hacen, hablan de sus mascotas como si fueran sus hijos, pero lamentablemente no es mi caso ni nunca lo sera, y lo mas positivo es que lo he intentado y lo sigo intentando, aunque en el fondo de mi corazon se que estoy frente a un imposible, va contra mi escencia, pero ahora si, puedo decirte que con mis tres hijos soy maravillosamente madre y tengo muchisimas capacidades, lo mio solo es con los animales y en cuanto a las plantas me encantan, pero eso si, siempre y cuando las arregle otro, con las manos tampoco tengo capacidad, jajajajaja

ann dijo...

anonimata:
era lo que yo decia, es una capacidad, como la fe y el amor hacia "un ser superior".No juzgo en absoluto a quien no lo sienta , en absoluto, por otro lado , me alegro que seas una madre maravillosa.
besos

Siesta escandalosa dijo...

Me encataron las instrucciones para germinar maracujá, paula. ya me agendé excursión al golf.