martes, 24 de febrero de 2009

El Cara de Hormiga

Mi vecino es uno de esos hombres que se calzan el pantalón más cerca de las axilas que de la cintura. Yo le veo cara de hormiga, pero a lo mejor son ideas mías. No lo visita nadie. Trabaja como seguridad y tiene unos horarios rarísimos. Un sábado al mediodía le toqué el timbre, porque no podía abrir el azucarero. Escuché ruidos adentro del departamento y hasta vi su ojo detrás de la mirilla. A pesar de que le expliqué la situación, nunca abrió la puerta ni se disculpó por no hacerlo. Zully se rió cuando se lo conté pero coincidió en que era un hombre muy raro. Además de ser la encargada de casa, Zully es podóloga y cada dos domingos subo a su casa a que me haga los pies. Fue una de esas veces cuando le conté lo del Cara de Hormiga. Es muy incómodo quedarte en silencio mientras te toquetean los quesos; algo hay que decir, y entonces yo hablo de lo que las dos conocemos.

Después de lo del azucarero no dejé de saludarlo cuando nos cruzábamos en el pasillo o frente al ascensor, pero nunca más volví a pensar en qué vida de porquería que tenía. En realidad, lo hice, sí, pero sin demasiada consideración. Es que a veces se me daba por suponer qué lejos estoy yo de convertirme en una cara de hormiga. Pero ahora ya no. O no tanto. Porque todas las mañanas yo saludo con un beso a Zully, con los del quiosco de Uriarte nos prestamos monedas y Mary, que maneja el carrito de la merienda en el trabajo, a las tardes se sienta un rato en mi oficina a charlar y a mirar por la ventana. Ya sé que estas cosas no son jolgorios ni hazañas, pero yo las necesito. Y aunque no entienda qué relación tienen con mi futuro, capaz que sí la tienen.  

En diciembre pasado cortaron la luz en casi todo el barrio. En mi edificio, además, nos quedamos sin agua. Esto duró varios días y creó una especie de solidaridad: todos nos quejábamos con todos. El Cara de Hormiga lo hizo conmigo, cuando nos encontramos en el supermercado. Me contó que hacía meses que vivía casi sin agua; cuando le arreglaban la instalación de la cocina, se cortaba la del baño. También me dijo que eso lo tenía muy mal. Estuve a punto de mencionarle lo del azucarero y también, de sentirme alegre. No pude. Soy media indolente para algunos rencores.

Hace unos días, cuando volví del trabajo, me encontré a Zully en el palier, bastante alterada; la rodeaban algunos vecinos y entre ellos estaba el Cara de Hormiga. Me contaron que habían forzado algunas puertas, para robar. Alguien mencionó el departamento 24 y Zully se ocupó de aclararme: “es el de éste, el del frasco”, y lo señaló. El Cara de Hormiga levantó la cabeza y me sonrió. Parecía feliz.

 

 

 

 

25 comentarios:

Soy peregrinaperla dijo...

Clau, cara de hormiga te voy a poner yo si no aparecés.

fed dijo...

Supongo que cara de hormiga era consciente de que abrirle la puerta a una persona que necesita abrir un azucarero es un acto cercano a la demencia. Sobre todo si esa persona explica su situación.

Pero bueno mf, usted es una persona extraña.

Au drey dijo...

Es que el Cara de Hormiga vio "El perfecto asesino" y aprendió la lección.

Mari Pops dijo...

Que mejor nombre para una podologa que Zully.

Una vez llame a una pedicura. Venia muerta de risa (no preguntes porque) que al momento de preguntar Cuanto sale hacer los pies? me respondi yo misma: Bueno , los pies ya los tengo hechos
Piii

Anónimo dijo...

Ant face tiene facebook?
sacale un facebook, busca su nombr en las expensas en alguna boleta..lo llenamos de amigos y un dia por abajo de la puerta le dejamos la carta:"me gusta tu site, me gustas vos ..hormigon enlechame toda!"

sabra que es site?
sabra enlechar?

experimentemos, estoy experimentando con varios, la idea seria cruzarlos a todos, que se reunan
y tal vez,solo tal vez, podamos aparecer nostros, tan fantasticos y les decimos:"hola somos los gemelos del espacio!"
quien te dice les saquemos algun manguito, alguna sonrisa..ojo:tambien te podes comer un tiro o un buen sopapo.

Cariños
a

EmmaPeel dijo...

Apareció cariñetes y ya el cara de hormiga me parece de lo más simpaticón

Te imagino explicando a la puerta "se me trabó la azucarera" y muero JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAaaaa

Siesta escandalosa dijo...

Hola, Clau!

Na, federicuá. La cosa es así: si algo no se abre luego de varios intentos, se recurre a un vecino. Si el artefacto es de procedencia oriental (un ventilador trabado, suponete), voy al súper de al lado, le explico la situación al chino de la verdulería y él lo arregla. A veces, hasta me despide con un "chau, amiga". El Cara de Hormiga boicoteó todo este sistema.

Capaz que con una macetita, Meki...

Sí, es una definición absurda, Marypop. Yo me conformo pensado que los pies los tengo puestos pero bien hechos... eso es otra cosa.

Experimentemos, A. Me parece que el Cara de Hormiga anda necesitando un toque de felicidad.

Lo peor es cuando te escuchás saludando a una puerta: "Hola, soy su vecina del 26". De ahí en más, todo es consecuente, Emma.

Julieta dijo...

necesitar de esos instantes de compañia ya sea por puro placer o incluso egoísmo; son necesarios y hacen bien. Besos Siesta!!!!

fed dijo...

mmmhhh, no sé, los chinos siempre se adaptan a los sistemas.

Pasa que a usted le gusta compartir con los demás los obstáculos cotidianos que le pone el universo, por ejemplo, una bombilla tapada y se va hasta la feria artesanal más próxima.

{ maría } dijo...

ahhahahaha pantalón bancuish o banguish? bien subido, x dio!!!!
muy bueno siesta,la podóloga es mi profesión prohibida. ni podóloga ni dentista.
qué vecinito Siest!
Bss
María

Anónimo dijo...

como saben de los vanquish aca?
los de navarro montoya'
estoy a punto de quebrarme, de venirme abajo,soy un castillo de arena, besado por la ola vanquish.

cariños
a

Anónimo dijo...

Cariños A. marca tendencia con sus vanquish.

Mirá: una vez una araña propia del Amazonas, gigante, imosible de mirar, apareció en mi baño.

Salí a la calle con gesto neurótico y encontré a un barrendero cara de chancho que por unos pesos, atrapó a la criatura y, lejos de matarla, la guardó para llevarsela a sus hijos como mascota.

Conclusión, amiga: deberíamos mirarnos más al espejo y ver que quizá, las de tiro bajo, tenemos cara de lauchas de ciudad.

Besazo.

Anónimo dijo...

el basurero te toco la arañita?
que imagen!

cariños
a

Anónimo dijo...

La arañita solo me la tocás vos, sabés que soy tusha.

¡Jotapé! dijo...

Muy bueno. El Cara de Hormiga ese debe esconder cadáveres en su freezer.

Lo que no me queda claro es lo siguiente: ¿tu usas una caja fuerte como azucarero?

Yo sabía que había crisis, pero bueno... no imaginé que sería tan así.

Jirafas dijo...

ay siesta, cómo la extrañé :)
ya hemos regresado y ya nos queremos volver a ir. en fin, siempre es lo mismo después de cada viaje.

besos

Siesta escandalosa dijo...

Qué certero eso de "instantes de compañía!, Julieta. Y qué lindo el regreso.

Qué decir: mate y artesanato me tiran para atrás, federicuá.

Es que son oficios inmundos, María. Ayer vi al cara de hormiga en cueros. No recomiendo la experiencia.

Increíble lo de los vanquish. Pura clarividencia.

Cara de laucha urbana? Capaz que sí, emeygriega. Una vez descubrí una araña pollito prendida a la parte de abajo del placard de mi tía Gorda. Era simpático que estuviera cabeza abajo pero igual aterraba. Mi tía agarró la sexta de La Razón, la hizo un rollo, le prendió fuego y acercó la tea a la pollito. Otra que Juana de Arco.

Guardo riñones en los azucareros, HDN.

Bienvenido, Jirafas! Para mí es una alegría que haya vuelto pero entiendo su saudade.

Anónimo dijo...

Insisto en que Tía Gorda era lo más. Mi abuela lo hubiese resuelto así.
Yo crecí mucho, ahora ando super Farc con unas cuquis picolinas que aparecieron gracias a que me rompieron los caños del baño y les hago frente de una forma mucho más adulta, más madura. A las bebitas bebitas recien nacidas las aplasto con la mano y todo.

Siesta escandalosa dijo...

El otro día, cuando volví a casa, me encontré una cuca importante al lado de la cama. Estaba muerta pero bien intacta. Hacía rato que no estaba frente a frente con un cadáver. Un insecto dando vueltas es una amenaza; pero ahí, en su velorio... no sé. Qué cosa ser cuqui: nadie te quiere ni se alegra de verte.

Anónimo dijo...

y qué listas son!
quemé una bombita de gamexane que hizo un Hiroshima cuatro cuadras a la redonda y aún encuentro alguna cachorrita todavía. Son madera de alayobo como Menem. Y super fértiles.

Soy peregrinaperla dijo...

clau, 20 comments. qué emoción.
ahora, 21.

yo misma dijo...

mmm, sospechoso el cara de hormiga.
yo que vos la prox. ni lo saludo, o le pongo cara de araña

Siesta escandalosa dijo...

Te queda divino el 21, Clau.

Y si me aplasta, yo misma?

EmmaPeel dijo...

vi el parto de una cucaracha ao vivo, no lo recomiendo

yo misma dijo...

yo apuesto por la araña