martes, 26 de febrero de 2008

Show time

En la ecografía se ven los pies. Uno imagina el resto. Al principio, natación. No gran swimming pool; más bien, tipo tanque australiano. Después viene la etapa hamaca paraguaya. Cuando Phetus tiene hambre o ganas de un drink, toca el cordón. Mentira que duerme: el amniótico funciona como un plasma. A veces presta atención a los latidos, onda Bregovic, y cuando quiere algo más glam, rippea jugos gástricos. Phetus se chupa el dedo como aprendizaje para fumatas y oral. No le importa ser tan feliz. Pero un día desaparece la pantalla. Todo queda oscuro y en movimiento. Las paredes comienzan a apretarlo. De pronto hay mucha luz, demasiada. Y ruidos en vez de música. Si pudiera, Phetus gritaría, pero tiene un tapón en la garganta. Lo escupe y llora. No le gusta lo que ve. Demasiadas sombras sobre él. Pero es tarde: ya nació.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando Phetus tiene hambre o ganas de un drink, toca el cordón". Muy bueno...y el nombre Phetus, genial.

Firmin

Siesta escandalosa dijo...

El mesmésemo San Firmín?

Anónimo dijo...

Firmin cuidate la proxima Pamplona
Somos los toreros muertos

ann dijo...

es la cronica mas hermosa jamas escrita sobre un nacimiento.

Siesta escandalosa dijo...

Me encantaría leer la llegada de Violetita.

ann dijo...

necesito tanta inspiracion que tal vez no pueda con las palabras ...
de todas formas hare el intento