Voy a casa de Flor y Rafa a dar de comer a sus gatos y a regar. Sobre la mesa de la cocina está la segunda temporada de Boston Legal. Ellos saben: puedo olvidarme de ir a cuidarles los animales y las plantas pero no de pasar a buscar la serie.
El departamento está oscuro y tiene olor a lugar sin gente. A nada en particular. Me acuerdo del cuento de Carver, el del matrimonio que quedaba a cargo del gato y las plantas de los vecinos, pero ese tipo de curioseo no me tienta. Como las persianas del living están bajas, tampoco puedo mirar a los vecinos. Cambio el agua y las piedritas a los gatos y subo a la terraza.
Sigo las instrucciones que me dieron: coloco en la canilla la manguera más larga y empiezo a regar la tanda de macetas que tengo más a mano. Son como treinta. Hay muchas lavandas y la verdad es que no sé muy bien cuánto agua hay que echarles. Me parece que son de clima frío pero no entiendo qué relación hay entre la temperatura y la humedad. Como parecen secas, las empapo. Con los cactus intento ser un poco más moderada. De pronto, me siento igual que cuando era chica y regaba el jardín de mi tía Gorda, en Florida. Me descalzo y empiezo a jugar con el chorro al arco iris y al tiro más lejos. Hago piruetas. Cuando quiero acordarme, termino de regar todas las plantas de Flor y también la de sus vecinos. La terraza también está inundada. Algo muy parecido a la felicidad me empapa más que las piernas.
Bajo y le mando un mensaje a Flor: “Me acordé. Regué toda la terraza. Pero toda”.
Mañana vuelvo.
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12 comentarios:
El poder mágico del agua!
Qué relato tan sensorial. En esta mañana un poco triste dentro de la pecera, me hiciste jugar al arcoiris con vos un ratito.
Mil besos!
Boston legal? Usted tiene una mente siniestra.
Besote!
fed.
Boston legal es lo más. Danny "viaje a las estrellas" crane y john "la secretaria" spader son capos.
Ahora, siesta, también limpia casas mientras la gente se va de vacaciones? En unos días parto a Cuba y ando buscando gente de confianza, vio...
besos
Hoy vamos por más, Meki. Se lo necesita.
Un poquito que sí me da cosita Denny Crane (shhh) pero hasta ahí llego, federicuá.
Yo sólo cuido seres vivos. Pero por segunda temporada de Huff y/o souvenir de la isla (estamos hablando de casa o departamento? Barrio inquieto o normalito? Todo hay que sopesarlo) le prendo/ apago luces y saludo a los vecinos, Jirafas.
Me encantaron las aguas danzantes (y sí me hiciste acordar a ese cuento de Carver)
por un par de habanos cerramos trato, siesta?
sobre la 2ª temporada de Huff, ni idea de qué se trata (carezco de TV), pero también veo si se la consigo.
el barrio es Once, pero mi cuadra es bastante tranquila, casi que ni parece del barrio, y hasta engaña con la Universidad del Salvador a media cuadra. Igual, no se haga problema con los vecinos, que en tres años jamás aprendí el nombre de nadie. Sólo los reconozco por alguna característica: hay una vieja que cuando uno la ve piensa "hoy sí se muere", pero siempre nos termina cagando a todos; mide 1,50, es flaquita, diría diminuta -y, como dice cheever de la gente pequeña, me cae mal- pero cuando habla por teléfono se escucha desde la terraza. Después hay una pareja que vive a las puteadas, pero que se reconcilia dándose masita (jóvenes pasionales, dijo mi abuela cuando los escuchó). también tengo un vecino que no sé de que la va, que vive junto a mi depto y que pareciera estar acompañado por la familia, aunque siempre lo veo a él solo, más allá de las otras voces que se escuchan. Hace poco llegaron unos extranjeros, de intercambio supongo. No hacen demasiado bardo. También están los que un sábado a las 2 de la tarde ponen cumbia a todo lo que da. Creo que son de un par de pisos más arriba que el mío. Pero lo más rarito es la portera, que incluso llegó a estar de licencia psiquiátrica durante un mes, vive en el 7º (yo en el 4º), y cuando se te pone a hablar descontá que llegás tarde al lugar que ibas (lo que aprendí: salir siempre con el ipod en los oídos).
En fin, esta es más o menos la vecindad. Ahora que lo pienso, no es muy prometedor ir a cuidarme el bulo; de todos modos, algún souvenir de la isla le traigo...
besos
El arcoiris anda bien para cualquier planta.
Yo también jugaba a llegar más lejos, pero era de una manera más grotesca.
Ayer las mixeé con aguas serpenteantes, Emma. Qué lindor.
Tengo debilidad por las viejitas sórdidas, Jirafas. En casa teníamos una que se peleaba mucho con la sobrina (vivían juntas: una de 89 y otra de 60 y pico). Sufríamos mucho cuando se tiraban cosas: la viejita lloraba y la sobrina le gritaba "Loca, loca". Un día descubrimos que, en realidad, la viejita era la que maltrataba a la otra, que estaba confinada en la cama. la sobrina crepó el año pasado y a la viejita se la llevaron los de la AMIA. Vendieron el departamento, los remodelaron y ahora lo alquilan por 1600.
Su encargada con licencia psiquiátrica me encandiló. Cerramos trato, Jirafas: a quién tengo que cuidar?
A veces hay que acudir a artilugios pero de eso se trata el juego Jotapé. Dije que se lo extraña? Dije que espero nuevo post? Lo repito, entonces.
Jajaja, una ternura.
Hace poco, en una situación no muy feliz, quise alegrarme y alegrar a la persona que me acompañaba en el jardín de la casa de mi madre. Ella no sabía que si tirabas un chorro de agua pa'arriba entre los rayitos de sol se te formaba un arcoiris. Intenté y no me salió. Creo que ahí me di cuenta de que no había retorno.
Un hombre que intenta un arcoiris es alguien a tener muy en cuenta, Lyon. Y más, si eso incluía remontar situación poco feliz. Ciertas torpezas garpan: las indispensables.
Se nota que eres una personda de fiar.
Lo de Lyon me dejó flojita
voy a por agua
besotes
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