miércoles, 6 de agosto de 2008

El quinto piso

Cuando me mostraron esta casa, había un cascarudito paseando por una de las paredes del living. Se lo señalé a la de la inmobiliaria; ella lo mató con un dedo, me mostró el balcón y nos olvidamos del asunto. Lo que sí me llamó la atención fue la calcomanía que estaba pegada en la puerta del departamento de al lado: era el escudo de la Federal. Además, en el pasillo había un olor raro, mezclado con el de Pinolux. Diez días más tarde firmé el contrato.
El sábado que me mudé, mientras acomodaba libros y colgaba cuadros, descubrí que el cascarudito tenía muchos secuaces, y todos paseaban por mi casa. Maté 34 el primer fin de semana. Los bichos salían hasta de los enchufes. Aunque nunca fui buena para dominar el asco, tuve que aprender a aplastarlo.
También me hice amiga de dos vecinas, Carla y Malvina, y ellas me explicaron que las cucarachitas y el olor a pis eran las plagas de nuestro quinto piso. Venían del mismo lugar: el departamento de la calcomanía. Ahí vivía una vieja media loca, a la que habían internado un mes antes. Como yo, ellas tampoco habían tenido suerte con sus quejas al administrador.
Decidimos organizarnos. Malvina se ocupó de juntar los bichos en un frasco de vidrio; yo, de mandar cartas documento a la administración y Carla, de llorar: hacía poco que se había peleado con el novio.
Fuimos juntas a la reunión del consorcio, que empezó con una oración por una señora del consejo que se había muerto. Carla aprovechó para llorar un poco más. Después de la última señal de la cruz, hubo una discusión por las fiestas que daban todos los viernes los hijos de la del primero 6, quien a su vez acusaba al resto de tirarle huevos y preservativos usados. Codeé a Malvina, ella sacó el frasco de adentro de una bolsa de Disco y lo dejó sobre una mesita, a la vista de todos. Aproveché el silencio para explicar lo que nos estaba pasando. La psicóloga del segundo se descompuso y alguien nos acusó de perversas. Había algo raro en la manera en que el administrador miraba el frasco, casi con una sonrisa. Finalmente, se decidió que al día siguiente, las tres iríamos con él a la comisaría de Gurruchaga.
Hicimos una denuncia muy confusa, donde mezclamos la ausencia de la vieja del quinto con el mal olor que salía de su casa. No mencionamos a las cucarachitas. Mandaron dos policías, quienes concordaron en que era un olor muy feo, pero no el de un cadáver en descomposición. Volvimos a la seccional para firmar el acta. Nos llevaron en un patrullero. Fue la segunda vez en mi vida que me subí a uno de esos autos; las dos veces sentí impotencia y mucha bronca.
A lo mejor por eso me dejaron hablar con el comisario. Insistí con el misterio de la vieja y no sé cuantas cosas más, pero no hubo caso. De regreso a casa, pasé por el supermercado y compré dos jeringas para cucarachas y otro frasco dorado de Raid. Como era sábado, había mucha gente haciendo compras grandes. Por un momento me pareció que todos miraban el kit de insecticidas que llevaba en mi changuito e imaginaban cosas feas sobre mí.
Cuando doblé por Uriarte, desde la esquina vi los dos patrulleros en la puerta de mi edificio. Apenas salí del ascensor, Malvina y Carla me agarraron de un brazo. Había unos cuantos policías en el pasillo y uno de ellos sacaba fotos con su celular. Habían abierto a la fuerza el departamento de la vieja. Lo que se veía eran pilas y pilas de diarios y basura, que ocupaban todo el lugar. Era casi imposible moverse adentro y hasta resultaba entendible que en algún momento la vieja hubiera decidido convertir aquello en su gran inodoro. Todo estaba meado. Y a eso se sumaba el tema de las cucarachas. Desde afuera, las tres tirábamos Raid y zapateábamos sobre los bichos que salían como presos en fuga, hasta que un policía se intoxicó y tuvo que volver al patrullero. Antes de bajar, dijo que aquello era peor que el Patronato. Después pusieron una faja y dejaron una custodia.
Esa misma noche aparecieron unos familiares de la vieja y en dos días limpiaron todo. Pero se olvidaron de despegar la calcomanía de la puerta y tuve que arrancarla yo. Aunque las cucarachas desaparecieron rápido, el olor tardó en irse. Unas semanas después se mudó ahí una nueva vecina, la de la voz chillona. Con Carla y Malvina decidimos no contarle nada.

37 comentarios:

fed dijo...

Qué extraordinario, pero creo que no la miraban mal con su kit de insecticidas, simplemente intentaban imaginar para qué o para quién necesitaba tanto arsenal.

Besote grande siest,

(usted se da cuenta que la experiencia del mondadientes le permitió superar esta situación)

Mari Pops dijo...

ay como me gusto y que bien escrito, siesta.

Minimundos de la propiedad "vertical"

EXCELENTE!

EmmaPeel dijo...

Tremenda escena, Siesta

De sólo imaginar el ruido de los cascarudos aplastado contra el parqué se me pone la piel de gae.e.na

Jirafas dijo...

grossa la historia, siesta.

sepalo, escribe de puta madre. sepa, también, más allá de lo que digan los nabos de critica, su nombre es lo más de lo más.

besos

Au drey dijo...

¿Y la muy vieja a donde se había ido?
Hay algo que me gusta del crujir de los insectos. Dicen que así empezó el petiso orejudo, no? Cri cri, cri cri. Muejeje.

Siesta escandalosa dijo...

Ojalá, federicuá. Yo hubiera tenido ganas de explicarles a todos: "no son mías. No soy mugrienta". Y, sí: después del escarbadientes soy capaz de enfrentar a una manada de ascos.

Gracias, Mary Poppins.

El ruidito era lo de menos, Emma. La presencia era lo terrorífico.

Viniendo de una Jirafa, no sabe lo lindo que suena el piropo.

La vieja primero estuvo en un hospital y después, en un geriátrico. A mí el crujir me da cosita, pero es más mental que física. La cosa física me la producen las esponjas secas y el telgopor. Aj.

Paula Cautiva dijo...

Ay Siesta! Vidas paralelas! Yo tenía una vecina que dejaba los perros solos y que meaban y cagaban en la casa... Y las cucarachitas tmbién... Un infierno!
Los administradores son siempre unos inútiles...
Admiro su organización sindical!!!

Anónimo dijo...

Siesta, me ausento un par de días y saliste en el diario y escribiste este texto maravilloso!!!
Congrats.
Y que la vida te siga inspirando!!! (Sin inspirar tanto olor, jaja)
Celi.

Anónimo dijo...

seee por si fue con doble sentido tu comentario, t digo q las escribir a los 12 años a esas poesias, en fin, volve o no cuando gustes, salu2!

ann dijo...

como me gustan estas histoias!!!
conozco muchas de este tipo...algunas bastante más desagradables pero escucharlas en tus palabras las hace mágicas...tenés un don
beso

Siesta escandalosa dijo...

Dame una desesperación y otra que De Angelis, Pau.

Por dónde estuviste, Celine?

Cero doble sentido, Luis. Me emocionan de verdad esas cosas que uno hace de chico.

Gracias, Ann. Qué lindo que volviste.

Anónimo dijo...

Siesta, no estuve en ningún lugar en especial, pero si con los ataques de anxiety que me hacen viajar a vaya a saber donde y no visitar tanto los blogs de mi querido cuore!
Arreglemos pa vernos un día de estos, plis!
Baccio,
Celi.

a dijo...

en casa luche contra hormigas
con raids y trampas que ponia un especialista
una noche me levante ano se que y agarre no se que y se me lleno una mano de hormigas,que ahogue en agua
comprendi,la batalla debia ser cuerpo acuerpo,un combate,empeze a incendiarlas,corrian locas,agarraba el raid y las napalmeaba,nunca mas aparecieron
fui cruel,fui eficaz
como en el amor
Cariños
A

Siesta escandalosa dijo...

Hasta el 22 estoy de encierro, Celine. Pero después, nos vemos sí o sí.

Un amigo, el Peixe, utilizaba los mismos métodos contra hormigas en la mesada de la cocina: Raid y carusita. Se levantaba a las 6 AM para la opereta. Decía que a esahora las hormigas estaban más lúcidas. Despuérs volvía a la cama de lo más contento.

Anónimo dijo...

seguro volvia y se tocaba
cariños
a

Siesta escandalosa dijo...

Toqueteba(me), sí.

Anónimo dijo...

i m back rana. resucita o date por suisidada suicidada. y contesta el celu!!!!!!!!!!!!donde andas?
beso, lady

Anónimo dijo...

hola chicaaaas!!!!!!!! se me perdio la rana jjjjjjuuuuuuuaaaaaaa
besos, lady

Anónimo dijo...

Jirafas:¿qué es de puta madre? devolvés los elogios,no le veo más que una asquerosa descripción¿dónde mierda está lo bien escrito?uds.parecen pertenecer a la sociedad de los escritores muertos...parafraseando a aquella mala pelicula de hace como mil años que todavía se encuentra en los videos ajjj!!! lmj:seguís diciendo que las güevadas te parecen maravillosas

Au drey dijo...

Carusita! Cuánto hacía que no escuchaba (leía) esa palabra!

EmmaPeel dijo...

¿Rana dónde andás?

(ladyta la apoyo en la búsqueda)

Regalada dijo...

la imagen del frasco con las cucarachas en un bolsa me descompone, pero de haber tenido la mitad de la valentía me habría ahorrado meses de jeringas y raids dorados.

Gran historia, me encantó el blog, me hago habitué.

Jirafas dijo...

a los anónimos no sólo se les borra la identidad, sino, también, las vidas...

en fin, siesta, un poco tarde, lo sabemos, pero ya hay nueva entrega de soldados.

besos y buen finde

Siesta escandalosa dijo...

Ya lo sabés: still working, Ladyta.

Lo que pasa es que las jirafas miran desde arriba, anónimo.

Carusita y Particulares. Peixe era muy old fashion.

Ando, Emma. Las coordenadas son un poco desparejas, pero el domingo enfilo regia para Belgrano.

Ya mismo paso a consumir mi dosis semanal de saga, Jirafas.

Anónimo dijo...

Sumé nuevo vicio: llorarle las tetas a mi compañera de piso.¡Qué lindas son las tetas bien lloradas!Pienso en tu vecina Carla.De andar cerca la dejaría que me las llore hasta que desagote la mochila.

Anónimo dijo...

mira rana si vos no podes escribir esto agarras y contratas gente y que escriban de vos. pero la editas y la subis al medio porque yo no te trabajo para el bronce jjjjjuuuuuuuaaaaaaaaaaaa

Anónimo dijo...

la de arriba soy yo que me copie de vos porque te me pegas rana. y hay otraque tambien desia igual cual era?????????
ves que sstoy reigual de vosd rana?
besos, lady

Anónimo dijo...

hola chicas!!!!!!!!! no me sale igual la rana?

EmmaPeel dijo...

te sale igualita, lady

Siesta escandalosa dijo...

Flor de intuición, Fulvio. Carla es la más tetona. Llora ella, llorás vos y gran despiplume (léase: optimización de recursos).
La vecina es madrileña, catalana, vasca o teutona?

Regalada: disculpá el despiste de no saludarte antes. Hola! Siempre bienvenida.

Me encantó lo de "el bronce no te lo trabajo", Ladyta. De la otra (frase?) no me acuerdo. Hagamos algo: yo te cuento y vos lo escribís. Dale?

Es que Ladyta es una virtuosa, Emma.

Mercadito de barrio dijo...

Los edificios dan para todo. Igual lo que contàs es flor de historia!
A mi lo mas grave que me pasó fue una época en la que mis dos vecinos escuchaban en repeat a Isabel Pantoja. Llegué a aprenderme un par de letras de memoria.

Anónimo dijo...

Lo de los diarios es un clásico de los psicóticos. Bolsas y diarios.
Me dió impresión el relato, muy bien contado.

Pablo Libre dijo...

Llegué acá gracias a tus comentarios en emeygriega, y me encantó tu estilo. Seguiré visitandolo y te invito cuando quieras a mi hogar bloggeril.
Saludos!

Siesta escandalosa dijo...

Contrarrestar a Isabel Pantoja exige medidas furibundas, Mercadita. Hay que echar mano de muchos yetas del cancionero. Pero poder, se puede.

Me tranquiliza la observación. Voy tachando ítems, emeygriega.

Hola, Pablo! Ya mismo salgo para tu blog

Jirafas dijo...

siesta, anda siestando hace rato, no?
hare birrita por eso dentro de un rato, tipo tres y media, salgo del laburo y me siento en el bar y brindare por todo y por todos

besos

Tête de P. dijo...

Repeat, sólo el de Kub.

Cariños

Siesta escandalosa dijo...

Siesteo, me siestean, y así... Brindo por el fin de los encierros, Jirafas. Y por los viernes al sol.

Ya sé que queda mal decirlo en público, pero cómo me gusta su imagen, Tête.